Cerro de San Felipe

Naturaleza viva en Oaxaca

ATRACCIONES EN SAN FELIPE DEL AGUA

El Cerro de San Felipe es uno de los espacios naturales más valiosos y representativos de la región, considerado un verdadero pulmón para la ciudad de Oaxaca. A tan solo unos minutos del centro, este cerro ofrece una experiencia única donde la naturaleza se conserva casi intacta, con una gran variedad de vegetación, árboles de gran altura y especies de fauna que aún habitan libremente en su entorno.

Sus veredas son perfectas para caminar, correr o andar en bicicleta. Cada sendero tiene un encanto particular y permite disfrutar del aire fresco, el sonido del agua corriendo entre los arroyos y el canto de las aves locales. Es un punto de encuentro para deportistas, familias y amantes del ecoturismo que buscan un espacio seguro y cercano para reconectar con la naturaleza.

En sus caminos se pueden encontrar pequeñas cascadas y riachuelos que descienden del bosque, creando paisajes ideales para la fotografía o el descanso. Muchos visitantes suben temprano para apreciar el amanecer desde los miradores naturales, donde se tiene una vista panorámica del valle y de la ciudad de Oaxaca.

A pesar de su cercanía con la zona urbana, el cerro conserva su identidad rural. Es común ver a personas originarias realizando sus actividades cotidianas, como recolectar leña, arar la tierra con yuntas de bueyes o preparar tortillas a mano en las comunidades cercanas. Este contraste entre lo natural y lo tradicional convierte al Cerro de San Felipe en un lugar de enorme valor cultural y ambiental, símbolo de equilibrio entre la vida moderna y las raíces oaxaqueñas.

Visitar el Cerro de San Felipe es descubrir una de las joyas más auténticas del estado, un sitio que combina deporte, aventura y tradición en un solo espacio.